1994: Una
Muerte llevaba a otra. Mientras el Paraguay Festejaba el día del trabajador,
Esto Ocurrió: Durante el Gran
Premio de San Marino de 1994,
en Imola el 1 de mayo de 1994, a la altura de la famosa curva de
Tamburello, en la vuelta número 7, tras un aparatoso accidente en la salida y
al reanudarse la carrera, el monoplaza Williams Renault FW16 de Ayrton Senna se estrelló contra el muro de
contención, a 216 km/h, en un ángulo de 22° mientras una barra de la suspensión
atravesaba la visera y le ocasionaba fracturas en el cráneo con pérdida de masa
encefálica. Tras el accidente, Senna, con serias heridas en el cráneo, yacía
inconsciente mientras la carrera era abortada y las asistencias médicas se
acercaban hasta el vehículo. Fue necesario hacerle una traqueotomía en el mismo circuito hasta que, minutos más tarde, fue
trasladado en helicóptero al hospital de Maggiore de Bolonia, donde permaneció
en coma algunas horas. Poco después se produjo su muerte. Esa carrera la
acabaría ganando Michael Schumacher.
Este
hecho ocurrió un día después de que otro piloto, el austríaco Roland Ratzenberger, falleciera durante las pruebas de
clasificación en la curva Gilles Villeneuve.
Mucho
se ha discutido acerca de la causa del accidente y del motivo de su muerte.
Posterior al accidente, fue comprobado, mediante un examen en un microscopio
electrónico que realizó el presidente de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Bolonia, Enrico Lorenzini,
que la columna de dirección (que estaba rota), tenía signos claros de fatiga
del metal, y que se quebró antes del choque, lo que produjo que el Williams del
brasileño, mientras transitaba la curva de Tamburello, de repente siguiera
derecho hacia el muro. En estudios posteriores se ha deducido que la causa real
del accidente no fue la rotura de la dirección. Unas vueltas antes del fatal
accidente había salido el coche de seguridad y en aquella época eran coches de
calle, debido al poco ritmo de dicho coche de seguridad, las ruedas de los
monoplazas se enfriaron y perdieron presión, lo que provocó que el coche de
Senna tocase el suelo antes de la curva de Tamburello y saliese despedido. Cabe
también decir que lo que acabó con la vida de Ayrton no fue la desaceleración
brutal, que resistió, sino el daño que sufrió en la cabeza a causa de una barra
de suspensión.
Su
ataúd fue llevado por las calles de São Paulo en un coche de bomberos, seguido por más de
dos millones de personas. Fue enterrado, con honores de jefe de Estado, en el
Cementerio de Morumbí, de dicha ciudad brasileña. A su funeral acudieron
pilotos de la talla de Jackie Stewart, Alain Prost, Emerson Fittipaldi, y Ron Dennis.
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¡Que
Dios y San Francisco de Sales nos llenen de Bendiciones!
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