Hace ya cinco días, cuando iniciábamos este 2012, una
noticia recorría el inconsciente colectivo de todos los paraguayos y paraguayas,
que tenía un dejo de dolor: Fallecía, por complicaciones cardiacas, don Hermann Guggiari a los 87 años. Varias obras, relacionadas con su pasión, la Escultura,
nos ha dejado una herencia que no la soslayaremos jamás.
Fue un
gran luchador por la verdadera libertad del Pueblo Paraguayo, aunque le costó
un exilio obligado por ser “Comunista”. Pero regresó en 1989, año en que los verdaderos
regímenes de facto monopartidistas y comunistas cayeron bajo su propio peso. No
se cansaba de afirmar que el arte es el camino que guiaba hacia la verdadera
libertad, tal cual expresa el susodicho título de este posteo.
Para
rescatar lo mejor que tuvo este artista, nacido un 20 de marzo de 1924, hablaré
sobre tres obras de muchas que se exhibieron en Paraguay y en Todo el Mundo.
Los
Cristos: una
versión poco convencional de la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo, con el cual, sumó su nombre a quien versionó
hace 61 años, La Crucifixión, Salvador Dalí(Figueras, Gerona, España, 1904-1989).
Homenaje
a la Batalla de Boquerón: es una obra que da la gratitud al soldado Paraguayo durante la Guerra
del Chaco.
Tronco
Fundacional de Asunción: esta obra, representa un homenaje a nuestra ciudad de Nuestra Señora
Santa María de la Asunción. En el tronco, está una cadena rota, que indica que
esta ciudad fue Madre de Ciudades y cuna de la Libertad en Sudamérica.
¡Que
Dios, por intercesión de San Francisco de Sales, nos llene de bendiciones
infinitas!
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